Estudiar anatomía es una ardua tarea y cualquier recurso que ayude seguro que es bien acogido por quienes tienen ese trabajo entre manos. Una psiquiatra del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Karen Norberg, aficionada al punto, tuvo una idea mientras tejía: los volantes le recordaron a los tejidos nerviosos con los que trabajaba cada día y decidió ponerse manos a la obra.
No tuvo problema en iniciar otro tipo de investigación, esta vez con agujas y ovillos, y dedicar un año para conseguir, tras mucha paciencia, horas de investigación y gran destreza, una réplica correcta y exacta del cerebro humano, con todos sus detalles.
Actualmente se encuentra inmersa tejiendo una colcha llena de hormonas y su trabajo ha sido muy bien acogido por el Museo de Ciencias de Boston, donde se encuentra expuesto.
Esta psiquiatra ha logrado que el estudio de las partes del cerebro sea mucho más ameno y "cálido", convirtiéndolo además en una obra de arte.
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