Uno de los objetivos frustrados del manual era hallar biomarcadores para diagnosticar trastornos mentales. / Luis Demano |
El próximo 18 de mayo a las siete de la mañana, hora de la costa este de los Estados Unidos, se descubrirán los detalles de la última y quinta edición del gran best-seller de la psiquiatría, el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM, por sus siglas en inglés). El DSM, que llevaba casi dos decenios sin apenas renovarse, es el libro en el que los psiquiatras encuentran las claves para para diagnosticar trastornos y tratar a sus pacientes.
Ese día, en San Francisco, el cabeza de cartel del encuentro anual de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) será la presentación de la polémica nueva versión del DSM. Más de 400 especialistas en 13 grupos de trabajo han colaborado en el documento durante un proceso oficial de seis años que ha costado 25 millones de dólares.
El Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos ha anunciado que se desvincula de los criterios del nuevo manual
El precio de cada ejemplar se ha fijado en 199 dólares y
el retorno de la inversión está asegurado. Psiquiatras, médicos de
cabecera, trabajadores sociales, psicólogos, jueces y periodistas
necesitarán la nueva versión para decodificar las enfermedades mentales
en el contexto académico, clínico y social. Pero en el reino de la salud
mental, no siempre se trabaja a gusto de todos.Noticia completa
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